Hoy es mi cumpleaños. Mi tarta es un dibujo porque yo era la encargada de comprarla y no me ha dado tiempo a hacerlo, bueno el sábado iré a por una de chocolate rico rico. Siempre en los cumpleaños de la familia era yo la que preparaba la tarta de bizcocho con capas de chocolate, natillas y mermelada de melocón, con azúcar derretido arriba y todo cubierto de chocolate negro, casero también, y lo mejor era rebañar TODO, las natillas, el azúcar, el chocolate, hacer esa tarta era de por sí una fiesta, pero tampoco me ha dado tiempo para prepararla.
Cumplo 40 años, y me encanta esta edad, aunque sé que no es algo común, pero yo digo siempre que me ha costado mucho llegar hasta aquí y ser lo que soy y tener todo lo que tengo, que en definitiva es mucho cariño alrededor, es lo que llevo en mis alforjas.
Ha habido momentos de desesperanza y frustración, sobre todo ultimamente por la palabra más común en los últimos tiempos, estrés (y eso que yo soy la persona más reposada del mundo), pero he de reconocer que he perdido algunas veces la calma que me caracteriza.
Hoy no os voy a hablar de ropa, pero sí de una moda que me gustaría que todo el mundo la vistiera: La sonrisa. Me he parado a pensar y mi sonrisa y mis carcajadas escandalosas han aparecido de nuevo. me he regalado el Juego de la alegría, ya casi lo había olvidado. A ese juego jugaba yo de jovencita, seguro que muchos lo sabreis, es de un famoso libro Pollyanna.
Pollyanna era una niña hija de un pastor evangélico, los regalos de Navidad los recibía la niñas de los donativos que llegaban a la Iglesia. Un año recibió unas Muletas, con lo que la niña lloró amargamente, vaya regalo de Navidad. Su padre le dijo que debía sentirse muy feliz. La niña lo miró con ojos de asombro, no comprendía cómo iba a sentirse feliz con unas muletas. Su padre le dijo que precisamente Porque no tenía necesidad de usarlas. Y le hizo su mayor regalo : el juego de la alegría, que consistía en encontrar, de cualquier cosa que te pudiera disgustar, el lado positivo, y además decirlo, bueno me alegro… en ocasiones hay que rebuscar bastante, pero ha de aparecer.
Pues hoy he decidido volver a jugar y procurar no molestarme si algo no me gusta y pararme a pensar el lado positivo. Es un ejercicio de introspección y habilidad que poco a poco sale sólo.
Por último reiterar que estoy feliz de cumplir años. Además hoy ha entrado una mujer a la consulta y ha dicho: Uy que doctora tan joven me va a atender. Y cuando he mirado su historia «teníamos la misma edad», eso eleva.
Un abrazo